Es una experiencia de formación y proyección misionera en la que a través del apostolado de la amistad, los jóvenes contribuyen en la consolidación de un mundo mejor y la conquista de otros jóvenes para Cristo. Se desarrolla la formación por la acción, en la acción para la acción.
Ésta experiencia les permite a los jóvenes misioneros madurar su opción vocacional a través del apostolado, especialmente en el ámbito juvenil, el joven se convierte en apóstol para otros jóvenes de las comunidades a dónde son enviados.