Enero marca el inicio de un nuevo capítulo en nuestras vidas. Es el momento perfecto para reflexionar sobre el año que termina y establecer propósitos que no solo beneficien nuestra vida personal, sino también nuestro crecimiento espiritual.
En este nuevo año, te invitamos a acercarte más a Dios, participar activamente en la comunidad y dedicar tiempo a la oración y la meditación. La renovación espiritual no solo fortalece nuestra relación con Dios, sino que también nos da paz y claridad para enfrentar los desafíos que puedan surgir.
Establece metas como asistir regularmente a misa, leer la Biblia diariamente y servir a los demás. Este año, comprométete a ser un reflejo del amor y la misericordia de Cristo.